La equivocada estrategia del presidente Peña

En lo que pudo ser el programa estelar de despedida de Joaquín López-Dóriga en el Noticiero de Televisa, el lunes en la noche entrevistó al Presidente Enrique Peña Nieto.

Fue un diálogo a la medida para que el Presidente diera sus versiones sobre los temas que hoy lastiman a los mexicanos y justificara lo que él consideraba debía justificar.

El valor periodístico de la entrevista es cero.

Ya habíamos dicho que López Dóriga es bueno, muy bueno, pero su problema y a la vez paraguas es Televisa.

El Presidente convirtió en monólogo aquella entrevista y blanqueó honras y conciencias.

Entre lo que dejó establecido Peña Nieto el lunes 15 en Televisa, vía López-Dóriga anote usted:

1) No caerán los Secretarios de Gobernación y Educacion, Osorio Chong y Aurelio Nuño;

2) No es cierto que su esposa, Angélica Rivera sea propietaria de dos departamentos en la zona mas lujosa de Miami. Tiene uno del que ya era dueña antes de que la pareja se casara;

3) No es cierto que la corrupción no interese a su Gobierno. Se han creado los mecanismos para combatirla;

4) No está en un concurso de popularidad. Por ello, no le preocupan los bajos niveles de aprobación del pueblo de México que califica apenas con 23 puntos la gestión presidencial: “He actuado y esa es la consecuencia. Hubiera podido dedicarme a nadar de muertito desde el principio”;

5) No está la pareja presidencial involucrada en la Casa Blanca. El trato se deshizo por lo que la compra quedó sin efecto.

Esas y otras afirmaciones por el estilo en todo lo que molesta o afecta al mexicano fueron hechas por el Presidente en la entrevista en cuestión.

En otras palabras, mas de lo mismo.

Si el rating de esa noche en Televisa fue alto o si las reproducciones tienen efecto multiplicador, la consecuencia para el Presidente será devastadora.

Lo veremos en las próximas encuestas, aunque lo que deseamos, son, con urgencia, acciones concretas para enderezar el barco.

Que cese la violencia, paren a la Coordinadora, refrenen el sistema, las obras prometidas se terminen y las promesas de campaña se cumplan.

Vamos, que en lugar de la figura del presidente cada noche, muestren los avances de obras en proceso en los cuatro puntos cardinales del país.

Y así, las encuestas se irían para arriba.