Cuántos como Ortiz Mena hacen falta

Antonio Ortiz Mena, un abogado nacido en Chihuahua, es uno de los más brillantes funcionarios que ha dado el Gobierno mexicano.
Entre sus logros:
1. Doce años Secretario de Hacienda desde donde logró el desarrollo estabilizador;
2. Rescató al Seguro Social de una quiebra segura;
3. Creó el ISSSTE;
4. No fue Presidente de la República pero si Director del Banco Interamericano de Desarrollo.
No era economista ni tecnócrata. Fue pragmático, práctico, honorable, honesto. Con México como pasión.
El Presidente López Mateos lo nombró Secretario de Hacienda de 1958 a 1964. Gustavo Díaz Ordaz lo ratificó hasta 1970.
En ese año, llegaron los tecnocracias al poder y destruyeron lo avanzado en detrimento del país.
Las credenciales de Ortiz Mena en Hacienda: estabilidad cambiaría, obra pública, ahorro, finanzas nacionales sanas e inflación controlada, incluso inferior a la de Estados Unidos.
Llegaron Echeverría y sus genios y en apenas seis años devaluó y tuvieron que entrar al rescate el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial con créditos y políticas para evitar se hundiera Mexico.
Eran los años en que los funcionarios eran deidades y su salud secreto de estado.

Originario de Chihuahua, falleció a los 99 años.
Se hizo circular como causa de la imposibilidad de una candidatura presidencial, una supuesta enfermedad. Sin embargo, Ortiz Mena vivió hasta los 99 años pues murió en 2007.
Eran los años en que el Presidente surgía de Gobernación, a excepción de López Mateos que emergió de Trabajo y Previsión Social.
Pero, el dedazo de Díaz Ordaz a favor de Echeverría hay que entenderlo a los ojos del conflicto del 68 y todos sus entretelones, especialmente los “amarres” de Echeverría y su intervención en los disturbios.
Con Ortiz Mena México tuvo a un brillante funcionario.
Con la perdida de su doctrina y la destrucción de sus exitosas políticas, un costoso revés para el país.
Y como la historia la escriben los triunfadores, mucho de lo que hoy se lee sobre Ortiz Mena, es una injusta distorsión del echeverrismo.
Ojalá, en este siglo veintiuno, tuviéramos en algún lugar preponderante del gobierno, a otro Ortiz Mena… con facultades.

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