¿Reconocer? No, si pierdo; ganado, desde luego: Trump

Los panistas fundamentalistas de viejo cuño acostumbraban advertir que las elecciones en puerta serían sucias. Y como eran amañadas, no reconocerían el triunfo de quien ganara y, mas aún, tomarían la calle en señal de protesta y se lanzarían a la resistencia civil.

Pero en cambio, si ganaban, la elección si era limpia, la Democracia brillaba y todo mundo debía apegarse al resultado.

Algo similar hizo Andrés Manuel López Obrador cuando la cantaleta de “voto por voto… casilla por casilla”, en aquella elección presidencial.

Hoy, hay que voltear la página para ver lo inesperado.

El miércoles en la noche, durante el Debate Presidencial desde la Universidad de Las Vegas, Nevada, Donald Trump, candidato Republicano, dijo que, como las elecciones estaban amañadas, no reconocería el triunfo de Hillary Clinton.

Ante la insistencia del moderador, Trump repitió la respuesta. Elecciones amañadas y no reconocer el triunfo de Hillary.

Gritos en el cielo por el atentado a la Democracia, en el país que alguna vez vio a un candidato presidencial ceder la elección aún en circunstancias dudosas (Al Gore a George Bush) porque los documentos oficiales indicaban que el resultado del Colegio Electoral favorecía al Republicano.

No salían de su estupor el jueves en la mañana en Estados Unidos y el mundo libre, cuando el millonario Republicano refrendó su dicho, pero ahora maquillado, corregido y aumentado.

En un mitin desde Ohio, dijo que sí reconocería el resultado de las elecciones de noviembre… si le favorecían a él.

Es decir, perdido, la elección es sucia. Ganado, la misma elección es limpia.